13 diciembre 2006

Disfrutando de las Burbujas

Aunque nos hayamos acostumbrado al descorche de espumosos en los momentos más felices de la vida (desde un nacimiento hasta un triunfo deportivo) lo cierto es que no deberían existir excusas para deleitarse con los mejores champagnes y cavas. En todo caso, lo mejor es seguir ciertos consejos que aseguran su mejor disfrute.
En la bodega: Los espumosos, incluso los de antiguas añadas, llegan al mercado en su momento idóneo para el consumo. No vale la pena, por ello, conservarlos en la bodega.
El descorche: Para vivir este momento es imprescindible no agitar la botella, colocarla en un ángulo de 45º y retirar lentamente el tapón sin que se produzca un estruendo exagerado.
El servicio: Ni excesivamente frío, ni caliente: entre 9 y 11º es la temperatura ideal para valorar las cualidades organolépticas de cualquier espumoso. Una champanera ayuda a conservar la temperatura durante todo el servicio.
Maridajes: No son sólo vinos de aperitivo, o de postre. De acuerdo a sus características, se pueden combinar prácticamente con cualquier plato. ¡O una comida completa!

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